"Lo que producimos no sirve ni mandar al mercado central porque perdemos" contó Soto a Radio Dos. Detalló que un cajón de tomates se vende a 800 pesos en el Mercado Central pero al productor solo le quedan cien pesos. 
 
"Estamos endeudados en dólares, tenemos compromisos contraídos" contó Soto sobre la situación que viven sin poder cumplir con estos compromisos debido a los altos costos para trasladar a la producción y termina siendo perdida para ellos.
 
 
 
 
Por esta razón, decidieron alimentar a la hacienda con los tomates que producen, para no perder la producción. "Son toneladas que tomates que no tienen mercado, ya donamos a comedores e instituciones pero si no se lo damos a los animales se pierden", detalló.
 
 
"La recesión del país es abrumadora y asusta. Estamos pasando situaciones difíciles, desesperados y asustados porque pasan los meses y los compromisos que tenemos debemos cumplir" contó. 
 
"Es fácil dar un concepto sin conocer la realidad de cada productor, no nos merecemos vivir así" aseguró.  Sobre las maneras con que se ayudaría al país de esta situación indicó que "Hay que hacer hincapié en la educación y la cultura del trabajo".
 
 
 
"Lo último que se pierde es la esperanza" expresó Soto pero recalcó: "El productor no está durmiendo porque duele ver a la Argentina en esta situación"