Un fuerte golpe al bolsillo recibirán los inquilinos correntinos con contratos vigentes desde julio de 2021. El aumento fijado por el Banco Central, a través del índice RIPTE, para las renovaciones del mes próximo será de 57, 45% , el más alto del que se tenga registro en Corrientes.
 
Esto quiere decir que el alquiler que pagó $30.000 durante todo el período de julio de 2021 a junio de 2022, se va a $47.235 a partir de julio de 2022, por citar un ejemplo.
 
 
 
 
El presidente de la Cámara Inmobiliaria de Corrientes (CIC), Marcelo López Ortiz, consideró: "Estos niveles de incrementos jamás se han dado en el interior. Son subas muy bruscas teniendo en cuenta el salario que manejan los trabajadores locales y los precios de artículos esenciales".
 
Sobre la reacción de los locatarios, el corredor sostuvo que la mayoría se sienten "muy desilusionados" ya que pensaban que la nueva norma, que entró en vigencia el 1 de julio de 2020, se constituiría como una solución. Antes de la sanción de la ley, el mercado inmobiliario local acostumbraba a fijar incrementos anuales en un 30% promedio, siempre buscando ubicarse unos puntos por debajo de la inflación medida por el INDEC.
 
 
 
  
"La mayoría de los inquilinos aceptan los incrementos porque si tienen que salir a buscar e invertir en una nueva locación, el precio (incluyendo flete, valor inicial del alquiler y trámites administrativos) les sale más caro", aseguró. Es que con la nueva ley, los propietarios ya establecen valores altos para los nuevos alquileres que se ponen en oferta al mercado debido a que las actualizaciones recién se puede aplicar en un año, en un contexto económico en que la inflación es predominante. En la actualidad, los costos mensuales de un monoambiente ya superan los $20.000 como piso.
 
El referente aseguró que desde la cámara mantienen informados sobre los nuevos índices dos semanas antes a los inquilinos.
 
Las posición de la Federación Inmobiliaria Argentina (FIRA), organización de la que forma parte la CIC, es que el plazo mínimo de contrato pasen de tres a dos años, y que las actualizaciones vuelvan a ser negociadas a través de un acuerdo de partes. "El 26 de febrero de 2020 ya habíamos adelantado que iban a generar problemas", sostuvo a la espera de los debates que tienen lugar en la Cámara de Diputados de la Nación entorno a la reforma de la ley.
 
  
Los incentivos fiscales para los inversores del ladrillo también conforma otro de los aspectos que se volverían positivos para el mercado, según la FIRA. "Hoy existe un problema muy grande en materia habitacional ya que es casi imposible acceder a créditos y por lo tanto a una vivienda. Si se generan incentivos para los inversores, las unidades funcionales serán destinadas a los alquileres", resumió.
 
 
 
Casualmente, el eje de la discusión entre legisladores del oficialismo nacional y la oposición reside en los años de extensión del contrato y el acuerdo de los aumentos. El debate seguirá esta semana en las comisiones de Legislación General y Presupuesto de la Cámara Baja.
 
Evolución del índice en 2022
  
Los alquileres se ajustan una vez por año con una fórmula compuesta en un 50% por la evolución de los salarios (índice RIPTE) y 50% por la evolución de la inflación que mide el INDEC (IPC) correspondiente a una comparación interanual, es decir toma junio 2021 contra junio 2022 para definir julio 2022.
 
Así, la actualización de enero de este año fue de 52,21%, febrero de 51,28% , marzo de 51,66%, abril de 53,65% y mayo de 53,90%. Según las asociaciones de inquilinos, el problema reside en que el índice RIPTE toma haberes de asalariados de Buenos Aires donde siempre los valores son más altos