Nacionales e Internacionales

Venezuela: Maduro impuso "cuarentena radical" por 14 días, con fuerte control policial

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó este domingo extender el confinamiento durante Semana Santa, para frenar el avance de la variante brasilera del coronavirus que ha disparado los casos en el país caribeño.

"Anuncio que la Semana Santa este año será nuevamente en cuarentena radical", dijo Maduro durante una alocución transmitida por la televisión estatal en la que decretó catorce días continuos de confinamiento a partir de este lunes.
 
En medio de un esquema llamado 7 por 7, que consiste en siete días de flexibilización seguidos por siete de "cuarentena radical", Maduro, que se dijo preocupado por la variante brasilera y un "relajamiento" de la ciudadanía, pidió reforzar la cuarentena.
 
"Vamos a catorce días, dos semanas de cuarentena radical (...) con máxima vigilancia del Estado y de las instituciones, y lo hacemos por la salud de la familia, por la salud de nuestro pueblo", indicó.
 
Si bien la variante brasilera es un "factor fundamental" en el incremento de casos confirmados, el "factor multiplicador" es el "relajamiento de las medidas de prevención", señaló el mandatario, al cuestionar la proliferación de fiestas.
 
Presencia policial
 
"Repitan: '¡Debo utilizar el tapabocas!'", ordena un policía a un grupo de adolescentes en una barriada a las afueras de Caracas, la capital de Venezuela. Los chicos cumplen con desánimo. "¡Más fuerte, no les oigo!", insiste el oficial.
 
Una, dos, tres... 10 veces lo dijeron, antes de que el agente los dejara ir.
 
Ocurrió en Los Teques, estado Miranda, donde la policía realiza operativos de seguridad por las zonas más populares. Tratan de "romper la cadena de contagios" en medio de una segunda ola de coronavirus que causa alarma en Venezuela, explicó a la AFP Carlos Andrade, jefe municipal de Seguridad.
 
En esta zona hay una restricción de circulación después de las 18, además de una orden para cerrar los comercios a las 16, la obligación de llevar tapabocas y evitar reuniones de más de cinco personas.
 
Unos 50 agentes, enmascarados, algunos con armas largas, van en motos hasta la barriada El Nacional, peligrosa como casi todas en Venezuela, un país con altísimos índices de violencia.
 
"Son las 6 de la tarde, tienen que irse", ordena Andrade a un grupo de mototaxistas y a otro comerciante que cierra de mala gana.
 
"¡Manos arriba! Contra la pared", grita Marco Rodríguez, uno de los oficiales en el operativo, a los jóvenes sin barbijo. Acostumbrados a los controles, obedecen tranquilamente.
 
Tras una rápida requisa, comienza el coro: "¡Debo utilizar el tapabocas!'", repiten. Ya antes otros residentes recibieron la misma orden en un intento policial por hacer cumplir la medida decretada por el presidente Nicolás Maduro.
 
Con unos 30 millones de habitantes, Venezuela reporta casi 150.000 contagios y 1.500 muertes por coronavirus, cifras que son cuestionadas por organizaciones no gubernamentales que denuncian un elevado subregistro.
 
Las autoridades han alertado de una segunda ola "más virulenta", que coincide con la llegada de una variante brasileña, y valoran imponer nuevas restricciones, aunque sobre todo en zonas populares y rurales las aglomeraciones tienden a ser la regla y el uso del tapabocas, muchas veces la excepción.
 
Las motocicletas siguen su recorrido a Brisas de Oriente, otra barriada cercana. El guión acá se repite: cierre de comercios, órdenes para usar la tapabocas, requisas de seguridad.
 
"En los barrios no siempre prestan atención a lo que dice el gobierno", reconoce con eufemismo el agente Pedro Zerpa, que asegura que la policía volverá si los comercios reabren.
 
Son las 22 y el operativo termina. Un par de taxistas observan a los policías con desánimo.
 
"El despliegue está bien para la seguridad y el tema de los asaltos", dice Michel Delgado, uno de los transportistas. "Pero la situación es mala, gané 5 dólares esta semana cuando normalmente ganaba 40... todo está cerrado".

Fotos del día