La vacuna rusa es la primera que arriba al país para realizar la campaña de vacunación "más grande de la historia", contra el Covid-19, que el Gobierno coordina entre distintos ministerios y las administraciones provinciales. Tras el aterrizaje del avión Airbus A330-200, a las 10.40 los operarios asignados abrieron la bodega donde se almacenan las vacunas.
 
El presidente de Aerolíneas Argentinas, Pablo Ceriani, había adelantado más temprano que el avión llegaría de manera puntual. "Lo más importante era conservar la cadena de frío, de lo que se encargó la empresa contratada para la logística terrestre", dijo Ceriani, en diálogo con radio La Red.
 
El avión había despegado ayer desde el Aeropuerto Internacional Sheremétievo de Moscú, donde había permanecido seis horas en tierra, para cumplir con el proceso de carga de las vacunas y los procedimientos de aduana. Luego, emprendió el vuelo de regreso, que duró 18 horas. "Cuando llegó el avión [a Rusia], los pallets estaban armados, por lo que la carga fue bastante rápida", contó Ceriani.
 
La operación se inició con el preparado de las vacunas en laboratorio, donde fueron embaladas las dosis en contenedores especiales provistos por DHL para conservar el material durante todo el viaje a una temperatura de 18 grados bajo cero.
 
"El primer hito era la entrega, porque es el leading case [caso testigo]que permite replicar la operatoria para las que siguen", dijo Ceriani sobre el vuelo. "Era importante para el Fondo Ruso, y para nosotros, porque es uno de los primeros cargamentos grandes que se hacen", agregó.
 
Ahora, el Gobierno se dispone a coordinar el proceso de traslado y almacenamiento de las vacunas, tras el retorno de la secretaria de Salud, Carla Vizzotti, y dela asesora presidencial Cecilia Niccolini de Rusia. "Lo que me dijeron es que en tres semanas, probablemente tengamos un vuelo parecido a este, y los destinos posibles son Moscú, Corea y la India", expresó. La Nación