El ministro de Economía, Martín Guzmán, afirmó hoy que, para combatir la inflación, el país "necesita un enfoque integral de política macroeconómica que no responda a la ilusión de conseguir soluciones rápidas basadas en ideas como la apreciación insostenible del tipo de cambio real".
 
En declaraciones al medio internacional Project Syndicate, Guzmán aseguró que el Gobierno prevé "una senda de reducciones constantes de la inflación, coherente con una tendencia hacia la consolidación fiscal que libera al Banco Central de la presión de financiar al gobierno y refuerza la credibilidad de la política macroeconómica".
 
En ese sentido, se diferenció radicalmente de la visión que tenía el equipo económico de Mauricio Macri respecto de cómo combatir las subas de precios.
 
Para Guzmán, el enfoque de la gestión anterior "podría caracterizarse como una estrategia de metas de inflación, en la que la política monetaria, especialmente las tasas de interés, tendría casi toda la responsabilidad de resolver el problema de la inflación".
 
Sin embargo, agregó que "para una economía con tasas de inflación tan altas como la de Argentina, donde los comportamientos colectivos exacerban y profundizan el problema, ese enfoque equivalía a lo que el economista de la Universidad de Columbia Guillermo Calvo llamó, 'cortarle la cabeza a una hidra con un cuchillo suizo'".
 
En este sentido, precisó que "dadas las restricciones crediticias, las tasas de interés más altas no redujeron la inflación; por el contrario, al activar una 'desagradable aritmética monetarista', como se describe en un artículo clásico del economista premio Nobel Thomas Sargent y Neil Wallace, la incrementaron todavía más".
 
En relación a las negociaciones con el FMI, Guzmán volvió a remarcar que el organismo desempeñó un papel positivo en la reestructuración de la deuda emitida bajo legislación internacional. "El análisis de sostenibilidad de la deuda del Fondo se acercó mucho al del Gobierno argentino", aseveró.
 
En ese sentido, pidió que mantenga "este enfoque en el futuro" para "asegurar que los análisis de sostenibilidad de la deuda se basen en premisas sólidas y parámetros razonables informados por evidencia empírica".