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Entrenamiento en las plazas, surgió por la pandemia y ahora es furor

Al principio de las medidas de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio -en la fase 1- se dispuso el cierre de los gimnasios, los cuales permanecieron inactivos durante tres meses. Los instructores tuvieron que reinventarse y empezaron a dar clases en parques. Ahora, los locales ya están habilitados; sin embargo permanecen en los espacios verdes.

Las plazas están cubiertas por pequeñas islas de entrenamientos. La actividad física al aire libre surgió como una necesidad, aunque ahora se volvieron una tendencia.
Los gimnasios fueron unos de los afectados en las primeras restricciones de las medidas preventivas por la pandemia. Cuando Corrientes estuvo en la fase 1, se dispuso la inactividad los locales para evitar la concentración de gente y la propagación del virus.
 
Si bien los entrenadores entendieron que se trataba de una Emergencia Sanitaria, al transcurrir tres meses sin percibir ingresos los profesores y propietarios comenzaron a buscar la manera de subsistir.
 
Al principio se ingeniaron con clases virtuales a partir de Zoom, videollamadas u otras aplicaciones que permitían que continuar con los entrenamientos.
 
Luego, cuando empezaron los días más cálidos tímidamente los profesores convocaban a sus alumnos en las plazas, como lugares seguros para evitar contagios.
Ahora, en el parque Mitre y espacios verdes céntricos y barriales es común ver a grupos que realizan actividad física, por la tarde y por la noche.
 
La modalidad tiene éxito no sólo por lo novedoso, por los beneficios del contacto con la naturaleza, sino también resulta más redituable tanto para los profesores como para los alumnos.
 
Una hora en un gimnasio cuesta entre 1.300 y 2.500 pesos, todos los días, ya que debieron actualizar el precio considerando que si bien están habilitados, tienen capacidad reducida y deben cumplir protocolos de higiene.
 
En cambio entrenar en la plaza puede salir entre 700 y 1.000 pesos, según el tipo de actividad.
 
Es así que la fisonomía de las plazas ya no es sólo de juegos, ahora también se suman conos, escaleritas, colchonetas y hasta mancuernas. En la mayoría se hacen entrenamientos de lo que se conoce como funcional, zumba y personalizado.
 
Ya no son lugares exclusivos de los más chicos que utilizan los juegos, ahora también se entremezclan deportistas y mascotas.

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