Efectivos policiales, que se encontraban de recorrida, se acercaron hasta una vivienda por calle Irupé al 700, en el barrio Madariaga, por la presencia de un gran número de personas y ante la música a alto volumen. Cuando los uniformados iban a proceder a la identificación de los que se encontraban en la vereda, observaron que dentro del domicilio había una mayor cantidad de gente y por lo tanto decidieron desalojar el lugar de manera inmediata.
 
 
 
Desde la Policía informaron que en el lugar se llevaba adelante una fiesta de manera clandestina de la que participaban más de 150 personas y de las cuales en su mayoría eran menores de edad que estaban ingiriendo bebidas alcohólicas.
 
 
 
 
 
 
 
Los efectivos de seguridad también comentaron que fueron atendidos, en la casa donde se desarrollaba el encuentro nocturno, por un joven de 16 años quien declaró que su mamá y papá no se encontraban en ese momento y que él había sido el encargado de organizar “la joda”.
 
 
 
Minutos después, se acercó hasta el lugar el padre del menor y dijo “desconocer” que en su domicilio había una fiesta. Por todas las irregularidades, iniciaron una causa judicial por la violación del Artículo 205 del Código Penal.