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Mensaje del Obispo de Goya tras un caso de Covid-19: Nunca discriminar a quien se pueda enfermar

Monseñor Adolfo Canecin, obispo de Goya, reflexiono sobre el sentido de la humildad e hizo un fuerte llamado a la feligresía a “nunca marginar ni discriminar a quien se pueda enfermar porque cualquiera podemos enfermarnos” a raíz de haberse conocido en la víspera el primer caso positivo de Covid-19 en esta ciudad. Pidió “misericordia, solidaridad y respeto en todas las direcciones”.

orrientes: Los que mataron al canillita corrían ‘picadas’, quisieron esconder la moto y taparon el cuerpo con los diarios que vendía
“Estoy con el alma destrozada”, dijo emocionada Noemí Alarcón, la hija del canillita que murió tras ser atropellado ayer por avenida Maipú. La mujer contó datos escalofriantes: “según testigos los que atropellaron a papá iban corriendo picadas. Cuando lo chocaron, intentaron subir la moto al baúl y taparon a mi papá con los diarios que quedaron desparramados”
 
 
El obispo reflexiono sobre “la humildad” en el decimocuarto domingo durante el año, en la misa que presidió en La Catedral “Nuestra Señora del Rosario”.
 
 
 
“Dame una palanca y moveré al mundo” fue la expresión inicial en la homilía y continuó reflexionando con la oración colecta: “Dios nuestro que por la humillación de tu Hijo levantaste a la humanidad caída” y, en esa línea profundizó señalando que “la humanidad había caído por el pecado y no podía levantarse por sí misma,  pero Dios toma la iniciativa de levantarnos y recrearnos” por eso para levantar a la humanidad caída “el camino que Dios eligió es el de la humillación”.
 
 
 
Para “levantar situaciones personales, familiares, conyugales, eclesiales y sociales el camino es la humillación” destacó, pero, en situaciones “no queremos humillarnos los seres humanos, somos soberbios, engreídos, arrogantes y autosuficientes”.
 
 
 
“En esta pandemia la dificultad es que seamos humildes y reconozcamos nuestros límites y, eso que paralizó al mundo –aclaro-  pero cuesta que la arrogancia del corazón humano de lugar a la humildad” afirmó.
 
 
 
Continuó explicando que “cuando se rompen las relaciones interpersonales, la humildad tiene que llevarnos a pedir perdón y ofrecer perdón, pero a veces dilatamos la reconciliación, porque nos cuesta ser humildes, nos cuesta parecernos a Dios”.
 
 
 
San francisco dice “Dios es humilde” y los cristianos “somos imagen y semejanza de Dios. ¿De dónde nos nace la arrogancia? Pregunto y aconsejo que  para recibir lo que “Dios revela hay que tener apertura de corazón, porque la humildad es la que abre el corazón, la pequeñez y la sencillez”.
 
 
 
PANDEMIA
 
 
 
Monseñor Adolfo Canecin declaró que “nos está costando a los seres humanos respetar las normas que las autoridades sanitarias nos indican para cuidarnos y cuidar a los demás y, a veces es porque en el fondo nos cuesta ser humildes para asumir las recomendaciones que nos dan”.
 
 
 
“Queremos hacer la nuestra, aun exponiendo a los demás, lo cual es una falta grave de responsabilidad y de corresponsabilidad por el bien común que debe ser el bien de todos” dijo.
 
 
 
“Nunca marginar ni discriminar a quien se pueda enfermar, porque, cualquiera podemos enfermarnos, aun teniendo extremadamente cuidado, por la gran virulencia que tiene esta enfermedad” aconsejo a la gente de Goya en el día que se tomó conocimiento del primer caso positivo en esta ciudad.
 
 
 
Pidió que se tenga “misericordia, solidaridad y respeto en todas las direcciones”.
 
 
 
“La condición para poseer a Dios es ser pobre, pero no la pobreza sociológica porque eso no es la pobreza evangélica, sino que es el despojo del propio yo recordando `ya no vivo yo, es Jesucristo que vive en mí ésa es la pobreza evangélica y, la condición para poseer a Dios es ser pobre, despojarme de mi yo, pero ¡Cuánto nos cuesta!, tenemos un yo gigante” remarcó.
 
 
 
Tengamos una “santa alegría” aun en medio de las  dificultades pero para eso “tengo que tener pobreza evangélica para poseer al Señor”.
 
 
 
El obispo dijo que “el mundo no entiende este lenguaje de la humillación y de la santa alegría”, por eso busca “sucédanos, más alcohol, más drogas y más cosas para que ´angaú´( este término se utiliza cuando algo no es del todo cierto.) Tenga un rato de alegría pero es efímero y se pasa enseguida en un “sapy´a ité” (termina rápidamente en guaraní).
 
 
 
“Jesús es la máxima expresión de la ternura y misericordia de Dios” y pidió que por intercesión de la Virgen de Itati, en el sexto día de novena “al Señor la gracia de que poco a poco entendamos y vivamos la humildad, como palanca para levantar cualquier situación. No hay piedra que no pueda ser levantada con humildad, pero hay que tener humildad” concluyó.
 

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