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Aprobaron el protocolo nacional para la vuelta de las clases presenciales

Este jueves quedó aprobado el protocolo marco para el regreso de las clases de manera presencial. Esto se dio luego del encuentro que mantuvieron en el marco de la Asamblea del Consejo Federal de Educación (CFE), de la que participaron todos los  ministros de Educación del país junto con el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta.

La ministra de Educación de Corrientes, Susana Benítez, explicó que el retorno a las aulas deberá ser con el alineamiento del protocolo aprobado en la jornada de hoy.
 
 
 
“Una vez que cada provincia determine cuándo puede ser el regreso a clases debe presentar su protocolo ante el Ministerio de Educación de la Nacional, que tomará conocimiento y así regular ese posible retorno a nivel federal”, comentó Benítez en diálogo con medios locales. 
 
“Los grupos reducidos de alumnos tiene que ser utilizado pero de acuerdo a la cantidad de alumnos de cada aula”, consideró la funcionaria local en referencia sobre cómo será el retorno a las clases presenciales en la argentina.
 
En ese mismo sentido, agregó que cada directivo con los docentes tendrán que organizar el aula para resguardar las medidas de seguridad e higiene de salud de cada alumno. “Esa es la primicia fundamental”, remarcó Benítez y añadió diciendo: “Hay que avanzar muy lentamente con seguridad y trabajo serio”. 
 
A su vez, la titular de la cartera educativa provincial adelantó que el protocolo aprobado establece que habrá un grupo de alumnos que asistan a las escuelas algunos días y aquellos que no lo hagan tendrán que llevar adelante el nivel de aprendizaje a distancia.
 
1. Agua, jabón y alcohol en gel
 
Debería formar parte de la normalidad, pero no es lo que sucede en muchas escuelas del país. Aquellas instituciones que deseen retomar la actividad presencial deberán contar con insumos básicos de higiene: agua potable, jabón, alcohol en gel y cestos de basura. En caso contrario, las autoridades son taxativas al asegurar que no estarán habilitadas para reabrir sus puertas.
 
 
2. Ingresos espaciados
 
Los ingresos ya no serán, como solía suceder, todas a la misma hora, a las 7:30 en el caso del turno mañana. En cambio, habrá distintos turnos de entrada para los cursos que definirán las mismas jurisdicciones con sus escuelas.
La medida tiene un doble objetivo. Por un lado, evitar los aglutinamientos habituales que se dan en las puertas de las escuelas, donde confluyen los chicos de todos los grados y sus respectivos padres. Por otro lado, busca descongestionar el transporte público en las principales ciudades. Se calcula que más del 25% del movimiento, sobre todo en las regiones metropolitanas, se corresponde con la actividad escolar.
 
 
3. Tapabocas en todo momento
 
En las escuelas habrá que acostumbrarse a mirar solo la mitad de las caras. No importa que sean alumnos, docentes, auxiliares o personal administrativo. Todos deberán usar tapabocas y en todo momento, más allá de que estén dentro de las aulas o en los espacios comunes de los establecimientos. Incluso los docentes, si lo desean, podrán agregar una máscara de acetato para mayor protección. Los únicos exceptuados serán los niños de nivel inicial.
 
 
 
 
4. Distanciamiento social y asistencia alternada
 
En los pasillos, baños, patios y otros espacios comunes, el distanciamiento obligatorio será de 2 metros. En las aulas, con tapabocas y lavado de manos, será de al menos 1,5 metros. La medida llevará a dividir los cursos en dos o más grupos. Ya no podrán asistir todos los alumnos al mismo tiempo y se deberá complementar con educación en el hogar. Por ejemplo, un esquema posible sería: grupo A asiste lunes, miércoles y viernes, mientras grupo B asiste martes y jueves. Después de cada semana cambiarían el orden para repartir equitativamente los días.
Una de las recomendaciones que plantea Nación es un nuevo orden en las aulas, llamado “burbujas”. Es decir, en vez de la clase tradicional, los alumnos mirando hacia el pizarrón, proponen armar pequeños grupos de 3 o 4 chicos que trabajen en los vértices del aula. Según los especialistas, además de mejorar la socialización después de meses de confinamiento, facilitaría el trabajo si se detectara un caso sospechoso. En tal caso, en primera instancia, solo sería necesario aislar al grupo de pertenencia.
 
5. Los nuevos recreos
 
Antes de la pandemia, era un ritual que a mitad de la jornada sonara el timbre del recreo y todas las divisiones salieran al patio al mismo tiempo. Ahora, el ritual quedará de lado. Buscarán que haya un turno específico para cada grado para evitar la interacción entre los cursos. Del mismo modo, los juegos tradicionales, como el fútbol o la mancha, estarán prohibidos. El objetivo, otra vez, es reducir el contacto físico al mínimo posible.

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