Luego de más de dos meses sin actividad la Cámara de Diputados vuelve a sesionar este miércoles para pronunciarse sobre el golpe de Estado contra el gobierno constitucional de Evo Morales en una sesión en la que se esperan ásperos cruces entre los legilsladores del oficialismo y los de la oposición.
 
Es que Cambiemos quedó en los últimos días al borde de la fractura luego de que los radicales calificaran de inmediato la destitución de Evo como un golpe de Estado mientras que en el PRO y la Coalición Cívica no dudaron en hablar de "periodo de transición abierto por las vías institucionales".
 
 
La oposición consensuó un proyecto para condenar el golpe de Estado mientras que Cambiemos finalmente elaboró un texto propio que evita hablar de golpe de Estado y repudia "los ataques contra el sistema democrático, sufridos por el Estado Plurinacional de Bolivia, las condenables intervenciones policiales y militares en el proceso político, como así también las gravísimas alteraciones a la voluntad popular que desembocaron en el anuncio de una nueva convocatoria a elecciones presidenciales".
 
La sesión arrancó a las 16.26, sin la presencia de Cambiemos, que se había comprometido a asistir. Daniel Lipovetzky estuvo en el recinto y amagó con dar quórum, pero no lo hizo a pesar de que en el FpV-PJ lo arengaban a que se sentara en su banca.
 
El legislador del PRo fue uno de los primeros en considerar el domingo pasado que en Bolivia hubo "un golpe de Estado".
 
En las bancas del Frente para la Victoria aparecieron banderas wiphala y carteles de "No al golpe".