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Así vivía el Gordo Saucedo en Pilar desde donde seguía traficando

El "Gordo" Saucedo en Paraguay con nuevo nombre, fisonomía cambiada y hasta una flamante esposa y nueva hija evadió la justicia más de dos años. Pese a esta nueva doble vida el itateño no abandonó el tráfico de drogas   .

Luis "El Gordo" Saucedo era el último jefe prófugo que le quedaba a "Sapucay", el operativo que terminó con la megaestructura narco que operaba en Itatí y en la que participaba hasta el intendente. El fugitivo fue capturado este miércoles en Pilar, una ciudad paraguaya ubicada a unos 50 kilómetros de la ciudad correntina, en la que había comenzado una nueva vida.
 
 
 
También conocido como "Lucho", tenía pedido de captura desde marzo de 2017 cuando logró escapar de los cientos de gendarmes que desembarcaron en Corrientes. Del otro lado de la frontera, el narco "se reinventó": dejó atrás su sueldo de siete mil pesos como empleado municipal, a su esposa y a sus dos hijos para formar una nueva pareja. Con el tiempo, tuvieron una beba, indicaron fuentes del caso a TN.com.ar.
 
  Pero "Lucho" se convirtió en una obsesión para los agentes antidrogas que tenían la misión de capturarlo. Mediante escuchas y tareas de inteligencia, supieron que primero cruzó el Río Paraná hacia Itacorá, donde tenía parientes. En ese punto era muy sencillo encontrarlo, entonces, resolvió trasladarse a Pilar con su nueva mujer, la formoseña Alejandra Espinola.
 
 
 
El narco argentino se asentó en esa ciudad paraguaya en una propiedad modesta, que simulaba estar en construcción. Una pared de ladrillos, puertas y portón de chapa evitaban que las miradas se posaran en el interior de la casa que no llamaba la atención. No pasaba lo mismo con la camioneta Toyota Rav4 en la que se movía, un vehículo valuado en más de U$S41 mil.
 
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Como parte de la estrategia para ocultarse, el líder de "Los Gordos" cambió su fisonomía: se rapó y se dejó crecer una barba candado. Sin embargo, no pudo hacer nada con un lunar cerca del ojo y una marca en la pera que lo distinguen.
 
 
 
Los detectives que lo seguían creen que Espinola era consciente del riesgo que corría al lado de un fugitivo por lo que había enviado a sus familiares a radicar una falsa denuncia de secuestro en un juzgado federal de Corrientes. En caso de ser atrapada junto a Saucedo, pude argumentar que vivía junto al narco contra su voluntad.
 
 
 
Nuevos vínculos narco
 
Pese a que tenía una captura internacional sobre su cabeza, el narcotraficante continuaba vinculado al negocio: en la otra orilla del río se asoció a organizaciones paraguayas y actuaba como el nexo de compradores argentinos. Así mantenía a su flamante familia.
 
Sus contactos lo visitaban en Pilar cruzando en balsa desde el puente de Colonia Cano, en Formosa. Se trata de un cruce peligroso donde los accidentes son frecuentes y pueden ser fatales.
 
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Traslado y juicio
 
Luego de una extradición exprés desde Paraguay, la Secretaría Nacional Antidrogas de Paraguay (SENAD) entregó a Saucedo al escuadrón de Gendarmería en Clorinda. Luego lo trasladaron en avión a Aeroparque y desde allí a Comodoro Py.
 
En este momento se encuentra en juicio la causa que develó el funcionamiento de una megaestructura narco que funcionó en Itatí con la participación del exintendente Roger Natividad Terán, su vice Fabio Aquino e integrantes de distintas fuerzas de seguridad.
 
"Lucho" era líder de una de las tres organizaciones que enviaba droga a la banda de "Los Monos" de Rosario y a grupos dedicados al narcomenudeo en la Ciudad de Buenos Aires.
 
 
 
Fuente: TN

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