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San Roque celebra a su patrono: Santo de los pobres y las mascotas

La localidad de San Roque celebrará hoy la fiesta litúrgica de su Santo Patrono, con diversas actividades religiosas que se ofrecerán en la parroquia local, ubicada sobre avenida Maipú.

Bajo el lema "Con San Roque, bautizados y enviados", a las 6.30 se realizará el repique de campanas y el Rosario de la Aurora; en tanto que a las 8.30, tendrá lugar la celebración eucarística, que continuará con la bendición del pan y un gran chocolate comunitario.
 
 
A las 10.30, se concretará la Misa Solemne con las autoridades locales y provinciales; en tanto que desde las 15, se realizará la preparación de la procesión en calle Guayquiraró y ex Vía, que comenzará a las 16, con un recorrido hasta el templo, donde monseñor Domingo Salvador Castagna presidirá la Eucaristía.
 
 
EL SANTO DE MONTPELLIER
 
 
San Roque era hijo del gobernador de Montpellier. Sus padres fallecieron cuando Roque tenía 20 años.
 
 
Durante la epidemia de peste que se desató por aquella época en Italia, el joven se dedicó a asistir a los enfermos y consiguió curar a muchos más tan sólo con hacer sobre ellos la señal de la cruz.
 
 
En Piacenza, trabajando en un hospital, el Santo contrajo la mortal enfermedad. No quiso ser una carga, por lo que salió de la ciudad y se instaló en una caverna. Un perro lo alimentó, y el amo del animal acabó por descubrir a San Roque brindándole cuidados y atención.
 
 
Cuando recobró las fuerzas, el Santo volvió a la ciudad donde curó a muchas personas y animales. Retornó a Montepellier donde su tío no lo reconoció y lo dejó en el abandono. San Roque fue arrestado, probablemente porque fue confundido erróneamente por un espía, permaneciendo en la cárcel por cinco años, donde finalmente el 16 de agosto de 1327 falleció.
 
 
El religioso había pertenecido a la Tercera Orden de los franciscanos, una rama de esta congregación reservada a las personas laicas que quieren vivir bajo la espiritualidad de San Francisco de Asís. Así lo reconoció el Papa Pío IV, en 1547. Sus devotos aseguran que continúa su misión al igual que cuando estaba vivo: curar, sanar, purificar los aires mefíticos, expulsar las epidemias. El Libertador

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