De acuerdo a fuentes consultadas por el diario Primera Edición de Posadas, el rapto y violación se produjo el viernes pasado, 17 de mayo, poco antes de las 17, cuando la víctima había salido de su casa rumbo a la vivienda de una compañera de colegio, quien le iba a entregar unos apuntes.
 
 
A pocos metros, un joven se cruzó con ella y, mediante presuntos engaños, junto a otros dos hombres la invitaron a beber y fumar.
 
 
 
Lo que sucedió después, e investiga el Juzgado de Instrucción de Santo Tomé, a cargo de Sara Marina Durand y el fiscal Facundo Cabral, habría sido un macabro episodio de ultraje sexual que incluyó la privación de la libertad de la menor, hasta que fue liberada en inmediaciones al cementerio de Liebig. Allí la socorrió una vecina, aproximadamente a las 5 del día siguiente.
 
 
 
Fuentes sólidas relataron que, aún aturdida por los efectos de los estupefacientes y las bebidas alcohólicas que la habrían inducido a consumir, la víctima fue auxiliada y llevada hasta su casa, donde su madre estaba desesperada y ya había solicitado ayuda a la comisaría local para ubicar su paradero.
 
 
 
La adolescente fue llevada hasta el hospital zonal “Miguel Sussini”, en Gobernador Virasoro, donde se le realizaron los estudios ginecológicos pertinentes, principalmente para evitar un embarazo y la posibilidad de que haya sufrido la transmisión de una enfermedad sexual. Allí se confirmó la defloración reciente y las lesiones genitales compatibles con una violación.
 
 
 
La menor hasta ayer permanecía shockeada y, además de la asistencia psicológica, se observaba su evolución general.
 
 
 
En tanto, su progenitora señaló a los efectivos policiales de Colonia Liebig y Gobernador Virasoro que la menor regresó a su hogar con la ropa sucia, manchada de sangre y sin prendas íntimas.
 
 
 
Si bien las primeras observaciones confirmaron las vejaciones, mayores detalles no se pueden describir para preservar la integridad de la víctima.