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La creciente divide en dos la isla Apipé, 200 personas aisladas

La intendenta de la isla Apipé Grande, Mónica Romero, confirmó que la situación de esa localidad es muy delicada, debido al ingreso del Paraná en toda la ribera. Aseguró que de continuar la situación, la isla podría quedar dividida en dos y totalmente aislada como hace 4 años atrás.

Al igual que en 2009, los isleños vuelven a estar en un plano de alto riesgo y vulnerabilidad debido a la notable creciente del río Paraná, generada por el desembocamiento que en éste produce el río Iguazú, el cual tuvo un abrupto aumento en su nivel de agua. Aseguran que el incremento se debe a las intensas lluvias que se vienen desencadenando durante los últimos días en territorio brasileño. Por esta situación, las compuertas de la represa Yacyretá debieron ser abiertas para dar paso al torrente de agua que causa estragos en territorio correntino y amenaza a otras localidades ribereñas.

Romero indicó que hasta el momento son 20 las familias que fueron evacuadas, con la ayuda de Defensa Civil de la Provincia y Prefectura Naval, y reubicadas en la ciudad de Ituzaingó.

“Estamos recorriendo toda la zona y es un panorama muy adverso el que tenemos. Se visitó un paraje ubicado a 15 kilómetros y se observó que el Paraná está muy cerca de la ruta que une los parajes dentro de la isla”, explicó la jefa comunal.

Señaló además que esperan que el pico máximo se registre hoy, y el agua podría afectar a muchas familias más. “Los caminos están mal por las lluvias, el río está llegando a la vera de la ruta y si la creciente es similar a la de 2009, que duró tres meses, se cortará la ruta, la isla quedaría dividida en dos, aislando así a unas 200 familias”, advirtió.

Por su parte el titular de Defensa Civil provincial, Eulogio Márquez confirmó que “20 grupos familiares de Apipé debieron ser reubicados el lunes en medio de una creciente del río Paraná, como consecuencia del avance de las aguas que devuelve el Iguazú. La represa superó su nivel máximo de cota 83”.

Respecto del fenómeno, Márquez dijo estar sorprendido dado que en el informe del 5 de junio del Instituto Nacional del Agua, se anticipaba que las lluvias previstas para el sur de Brasil iban a ser inferiores a lo normal, y por el contrario, fueron superiores, aumentando el caudal de los afluentes del río Iguazú y provocando una ola de crecida.

Entre los daños inmediatos que ya provocó, está el impedimento que tienen las familias de la zona para acceder a sus chacras –ubicadas en la zona costera–, las que quedaron anegadas.

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